El pago directo significa que es la Administración sanitaria la que abona el pago del producto ortoprotésico prescrito a la ortopedia proveedora, sin que el usuario tenga que anticipar o adelantar de su propio bolsillo la cantidad que financia el sistema nacional de salud.

 

En la actualidad, la fijación del criterio de pago, bien directo o de reembolso, depende de cada comunidad autónoma, lo que supone una desigualdad injustificada en función del territorio donde resida la persona usuaria. Así, unas regiones, la mayoría, tienen establecido el sistema de reembolso (la persona usuaria adelanta el precio parcial o total del producto, y más adelante se le devuelve por parte de la administración) y otras, las menos, que tienen implantado el de pago directo.

 

Dado que, tras la reforma sanitaria producida en 2012, la prestación ortoprotésica es considerada prestación suplementaria  del Sistema Nacional de Salud, sometida al mismo régimen de aportación que el resto que tienen esta consideración (farmacéutica, transporte sanitario no urgente, etc.), es el momento de aplicarle en todo el territorio la misma modalidad de abono establecida, el de pago directo, por coherencia con el sistema global.

 

Además, el CERMI afirma que el criterio de pago directo es el más justo socialmente, ya que no es la persona usuaria de la prestación la que tiene que adelantar la cantidades del producto, muy elevadas en ocasiones, lo que implica que el paciente se convierte en financiador del sistema anticipando el precio, que puede tardar meses y hasta años en ver reembolsado por la administración sanitaria.